Estrangulados por el banco
La figura del emprendedor que ponía toda su ilusión y todo su dinero en un pequeño espacio dentro de un centro comercial es una especie en peligro de extinción. Y lo es por varios motivos. Los locales de hasta 50 metros cuadrados presentan hoy en día una tasa de desocupación del 13%, según Jones Lang Lasalle, muy por encima de la de los de entre 500 y 1.000 metros (9%) o los de más de 1.500 metros, en los que apenas queda libre un 5%.
Además, frente a un descenso medio de las ventas del 5,1%, esos pequeños locales, muchas veces dedicados a franquicias, sufren descensos de su cifra de negocios de más del 7%, la más alta de todo el sector. Para colmo de males, esos mismos negocios están sufriendo ahora subidas del alquiler mientras el resto (a partir de 50 metros cuadrados) logra arrancar alguna rebaja a los propietarios.
La explicación es lógica: a menor tamaño del local, menos fuerza frente a un arrendador con la vista fija en la rentabilidad inmediata.
Luis Íñiguez, director de la consultora ‘Retail’ lo tiene muy claro: «El proyecto del pequeño empresario se estrangula en el banco». Caso muy distinto es el de los ‘fuertes’, que están logrando «bonificaciones de entre el 15% y el 20% del precio por plazos de seis u ocho meses para recuperarse», concluye este directivo.
